Las negociaciones del Plan de Acción Integral Conjunto sobre el programa nuclear iraní empezaron con la adopción del Plan de Acción Conjunto, un acuerdo inicial firmado en noviembre de 2013 entre Irán y los países del P5+1.
A lo largo de los quince años siguientes, Irán solo enriquecería uranio hasta un 3,67 %.
El enriquecimiento de uranio se limitaría a una sola instalación que utilizase centrifugadoras de primera generación durante diez años.
Otras instalaciones serían transformadas para evitar los riesgos de la proliferación nuclear.
Para vigilar y verificar el cumplimiento del acuerdo por parte de Irán, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA) tendría acceso regular a todas las instalaciones nucleares iraníes.