Considerado el primer niño prodigio del cine español.
Huérfano de padre desde muy pequeño, su carrera infantil fue impulsada por su madre Prudencia Franco.
Debutó en la gran pantalla a los siete, bajo el nombre artístico de Pitusín, con la película Los granujas, de Fernando Delgado de Lara, junto a Irene Alba.
Destacaron La medalla del torero (1925), de José Buchs, La revoltosa (1926), El lazarillo de Tormes (1925), ambas de Florián Rey, Malvaloca (1926), de Benito Perojo y Amapola (1926) Con posterioridad a la guerra civil española, intervino en el rodaje de La Dolores (1940), con Concha Piquer, aunque no apareció en los títulos de crédito.
Dirigió además tres títulos: Como la tierra (1954), Cancha vasca (1955) y Un abrigo a cuadros (1956).