El macho es de plumaje rojo anaranjado y dorso rufo, lo que lo hace muy similar al macho de la piranga roja (P. rubra), distinguiéndose por tener el pico negro y un color más intenso.
La hembra se parece mucho a la hembra de otras tangaras, con el plumaje verde oliváceo en las partes superiores y amarillo en las partes ventrales.
Su llamado es un solo chuck seco, como el del zorzal ermitaño (Catharus guttatus).
La piranga bermeja fue descrita científicamente en 1822 por el ornitólogo francés Louis Jean Pierre Vieillot.
Busca su alimento en lo alto de los árboles, moviéndose lenta y metódicamente.