El término se suele aplicar a aquellos instrumentos capaces de medir temperaturas superiores a los 600 grados celsius.
El rango de temperatura de un pirómetro se encuentra entre -50 °C (Grados celsius) hasta +4000 grados celsius.
Se desconoce con exactitud, ya que históricamente se otorga la invención a Pieter van Musschenbroek y Josiah Wedgwood, de forma independiente, ya que desarrollaron aparatos muy similares a lo que se conoce en la actualidad como pirómetro.
Principio básico: Uno de los pirómetros más comunes es el pirómetro de absorción-emisión, que se utiliza para determinar la temperatura de gases a partir de la medición de la radiación emitida por una fuente de referencia calibrada, antes y después de que esta radiación haya pasado a través del gas y haya sido parcialmente absorbida por este.
Para medir la temperatura de un metal incandescente, se observa este a través del pirómetro, y gira un anillo para ajustar la temperatura de un filamento incandescente proyectado en el campo de visión.