Piola (película)

El reparto general incluye a intérpretes como Javier Castillo, Steevens Benjamin, Andrés Rebolledo y Paula Zúñiga.

Una noche encuentran un arma cargada en las orillas de un cerro, mientras Sol, pierde a su perra.

Aunque aparentemente inconexas, estas historias están íntimamente ligadas, formando el retrato de jóvenes en su difícil paso a la adultez.

Charly llega tarde De vuelta al día después del carrete con Martín y sus amigos, Charly regresa a casa para prepararse para una nueva jornada de trabajo, a la cual llega tarde.

En la tarde, Charly decide visitar a su hijo Dani (Vicente Pérez), pero es detenido por Tamara (Camila Celedón), la mamá del niño que tiene un intenso rechazo hacia él, debido a que no ha estado en gran parte de los momentos de la infancia del pequeño.

Cuando su mamá se baja a comprar un remedio, Sol le roba las llaves del auto y se va conduciendo hasta el departamento de Franco, que no logra hacerla sentir mejor, sino que la entristece todavía más.

Todos se van Martín, tras llegar a su casa después de pasar la noche con sus amigos, haber sido regañado por sus padres por su suspensión en el colegio y advertido sobre la mudanza que tendría lugar ese día, se acuesta en su cama y se queda dormido, despertando horas después para descubrir que la casa está vacía y su familia está a punto de irse.

Al no haber empacado nada aún, sus padres se enojan aún más y se van sin él, por lo que debe recurrir a uno de sus amigos para trasladar sus cosas a su nueva casa, no sin antes cumplir con la entrevista y la grabación del videoclip.

Pasando por las vías del tren, los tres se encuentran con dos asesinos de gatos, que están lanzando los pequeños animales hacia cables eléctricos.

Una vez que el auto avanza un par de kilómetros, la luz del farol se apaga completamente.

La película no contó con fondo audiovisual ni Corfo y se realizó de forma completamente independiente, bajo la casa productora OtroFoco.