Pilegesh

[2]​[3]​[4]​ En hebreo moderno, a menudo se utiliza pilegesh en forma equivalente a la palabra "amante" en español, o sea la compañera mujer en una relación extramatrimonial aun cuando dicha relación no sea reconocida legalmente.

Dado que tener hijos en el judaísmo se consideraba una gran bendición, a menudo las esposas legítimas a menudo les daban las criadas a sus esposos para que pudieran tener hijos cuando la esposa oficial no podían engendrar hijos, tales son los casos de Leah y Zilpah y Raquel y Bilha.

21a), la diferencia entre una pilegesh y una esposa plena era que esta última recibía un contrato de matrimonio (hebreo:ketubah) y la celebración del matrimonio (nissu'in) era precedido por un esponsal formal ("kiddushin"), lo que no sucedía en el caso de la pilegesh.

[6]​ Algunos eruditos judíos, tales como Maimónides, consideraban que las concubinas estaban solo reservadas para los reyes, y por lo tanto un hombre común no debe tener una concubina; en efecto dichos eruditos sostenían que el hombre común no debe mantener ningún tipo de relación sexual fuera del matrimonio.

[7]​ En cambio otros eruditos judíos tales como Nahmanides, Samuel ben Uri Shraga Phoebus, y Jacob Emden, se opusieron con firmeza a que las concubinas debían ser prohibidas.