Pilar Millán Astray

Cuando enviudó sacó adelante a sus tres hijos trabajando durante la Primera Guerra Mundial para el espionaje alemán en Barcelona, según reveló el historiador Fernando García Sanz en su libro España en la Gran Guerra, publicado en 2014.

El personaje más importante al que espió fue al embajador británico en España Arthur Henry Hardinge, recibiendo la importante suma de mil pesetas por cada copia de documentos que entregaba.

Al parecer fue Jacinto Benavente quien la animó a que escribiera su primera obra de teatro —«Hay en usted una gran dramaturga», le dijo— que fue El rugir del león (1923), a la que siguieron otros sainetes y obras costumbristas como La galana, Una chula de corazón y La tonta del bote.

Esta última fue un gran éxito y llegó a representarse 310 días consecutivos.

[1]​ Durante la Segunda República dirigió el Teatro Muñoz Seca de Madrid.

Fotografiada hacia 1926
Portada de la revista La Esfera , 4 de febrero de 1922.