Casi nunca se le han visto más de dos colaboradores: Shū, un perro ninja, y Mai, una peligrosa mujer.
Pilaf tenía aproximadamente 34 años cuando decidió emprender por primera vez la búsqueda de las Dragon Balls, para pedirle a Shenlong ser el Rey absoluto del mundo.
Pero cuando Pilaf y sus secuaces estaban llamando a Shenlong Gokū logró abrir un hueco en una pared con un Kame Hame Ha, por donde pudo salir Oolong y pedir el deseo antes que Pilaf.
Tras esto, el furioso Pilaf logra encerrar a Son Gokū y sus amigos en una mazmorra con cristal blindado para que, al amanecer, mueran socarrados por el Sol.
No obstante, Gokū ve la luna llena y se transforma en Ōzaru destruyendo el palacio de Pilaf.