1117-c.1131) fue considerado un hereje francés por predicar doctrinas opuestas a las creencias sostenidas por la Iglesia católica.
[1] Las fuentes sugieren que Pedro nació en Bruis, en el sudeste de Francia.
El resto del Nuevo Testamento parece que fue considerado sin valor alguno, pues Pedro dudaba de su origen apostólico.
[4] Esto era contrario a las enseñanzas de la iglesia, en las que el bautismo infantil desempeñaba un papel esencial en la salvación.
[7] El tercer error enumerado por Pedro el Venerable era que los petrobrusianos exhortaban a los fieles a «destruir y quemar las cruces, pues esa forma o instrumento por la que Cristo fue torturado, tan cruelmente asesinado, no es merecedora de adoración, veneración o súplica alguna, sino de la venganza de sus tormentos y muerte y debe de tratarse con deshonor, trocearse con espadas y quemarse en el fuego».
[10] El quinto error fue que «ellos ridiculizan los sacrificos, prédicas, limosnas y otras buenas obras de los vivos creyentes para los muertos creyentes, y dicen que tales cosas no pueden ayudar a los muertos ni lo más mínimo...
Tampoco puede un hombre muerto esperar de nadie lo que mientras vivía en el mundo no obtuvo.
[4] Como registró Pedro el Venerable, las cruces eran objeto del desprecio de los petrobrusianos.
[2] Alrededor del año 1131, Pedro quemó públicamente cruces en St Gilles, junto a Nîmes.
Merece especial mención la condena del Concilio de Letrán II en 1139.
[14] Sus puntos de vista radicales acerca del Antiguo Testamento y las epístolas del Nuevo impiden que sea un predecesor espiritual de figuras protestantes, como Martín Lutero o John Smyth.