Pierre-Joseph Redouté

Allí conoció a los eminentes botánicos Charles Louis L'Héritier de Brutelle y René Louiche Desfontaines, quienes le orientaron hacia la ilustración botánica, disciplina que estaba en pleno auge.

Vuelve en 1788 a París, donde L'Heritier lo introduce en la Corte de Versalles.

La reina María Antonieta le nombra pintor de su gabinete.

En 1798 encuentra protección en la emperatriz Josefina de Beauharnais y, posteriormente, es nombrado su pintor oficial.

Colaboró con los mejores botánicos de su época y participó en unas cincuenta obras.