Por esta razón fue declarada «Altar de la Patria» en el año 1900, así como monumento histórico nacional.
En su entorno se construyó el parque Prado de la Piedra Alta, que incluye especies exóticas y nativas.
A comienzos del siglo XX el intendente de Florida deseaba crear un parque de especies exóticas a orillas del río Santa Lucía Chico.
Así es que contrató a Carlos Racine, arquitecto paisajista francés, quien diseñó el parque con un criterio de respeto a la riqueza y variedad de la flora autóctona.
Su construcción dio lugar a debates acerca de si esto no desmerecía el valor histórico del monumento mientras que otros afirmaban que la honraba sirviendo al progreso.