[1] Los invitados que guiaron el evento fueron Otto von Habsburg y el ministro húngaro Imre Pozsgay.
El agujero tenía que permanecer abierto simbólicamente durante tres horas.
Sin embargo, en esta ocasión actuaron con prudencia y no tirotearon a los que huían.
Los días siguientes, la frontera estuvo vigilada con mayor celo, debido a órdenes del gobierno de Hungría.
Por tanto, un menor número de personas consiguieron evadirse durante esos días.