[3] Eran dirigidas por un gobernador cuyas funciones abarcaban todos los ámbitos excepto el militar: mantenían la ley y el orden, ejecutaban las órdenes de los ámbitos administrativos superiores, administraban la justicia en primera instancia, recaudaban los impuestos y otros ingresos imperiales o del emperador y estaban al cargo del servicio postal así como del mantenimiento de los edificios públicos.
[4] Al no ser una provincia fronteriza, se vio libre de ataques y pillajes por parte de los pueblos bárbaros hasta el año 408 cuando Alarico invadió Italia por segunda vez.
Durante esta guerra sufrió bastantes saqueos y devastaciones quedando en un estado tan lastimoso que en 412 se le redujeron sus impuestos a la quinta parte durante cinco años y en 418 a la séptima parte.
Presentaba dos áreas geográficas: la vertiente oriental de los Apeninos, por un lado y la franja costera del Adriático por otro.
Sus principales ciudades eran: Asculum, la capital provincial, Acona, Firmum y Hadria.