Su pico es negro y sus partes superiores son de color oscuro.
Actualmente está amenazada por las especies introducidas y la contaminación lumínica.
Las aves jóvenes, en particular, son desorientadas por las luces artificiales, tales como farolas o los proyectores de instalaciones deportivas, que los confunden con la bioluminiscencia del calamar, y los llevan a alejarse del mar.
Organizaciones de conservación trabajan con la población local para atrapar a las aves desorientadas y llevarlas de nuevo al mar, un programa que está pensado para rescatar a la mayoría de los polluelos perdidos.
También se están tomado medidas para reducir la contaminación lumínica al proteger las fuentes de luz para que no atraigan a las aves jóvenes, un método que se ha utilizado para ayudar a la pardela de Newell (Puffinus newelli) en Hawái.