Entre sus trabajos destaca El orden divino (2017) una película que explora la liberación sexual femenina con el referéndum para el voto femenino en 1971 en Suiza como trasfondo.
Entre 1992 y 1994, estudió en la Alta Escuela de arte de Zúrich[2] y posteriormente se instala un año en Nueva York.
De regreso a Zúrich, trabajó como montadora para la sociedad americana AVID Technology.
En 2001, el cortometraje Crevetten logra el premio Accion Light, en el Festival internacional de Cine de Locarno y es nominado como mejor film realizado por estudiantes en el Molodist IFF, Kiev Internacional Film Festival.
La película fue un éxito de taquilla en Suiza y fue nominada a siete Swiss Film Awards ganando tres.