Edicto publicado por Graciano, Valentiniano II y Teodosio I para el prefecto del pretorio Floro con la intención de castigar a aquel que fuese injusto con los paganos y practicase artes oscuras.
Decretamos, por autoridad del consejo público, que la casa antes dedicada a la congregación, y ahora también común al pueblo, siempre estará abierto, y no permitiremos que el oráculo manipule este asunto sigilosamente.
Porque aquellos que han intentado explorar la verdad de las cosas presentes y futuras, serán amenazados con una tortura más amarga.
Será castigado como cómplice aquel que vea producirse un mal arte o plan y no lo denuncie.
Será castigado el que sacrifique a un inocente y al pecador que se arrodille frente a una imagen para expiar sus pecados, no se le expiarán.