Aunque su origen es desconocido, en el siglo XV ya existían en Canarias unos perros parecidos a lobos, denominados cancha por los aborígenes.
Prácticamente existe un tipo de perro en cada isla, e islas que comparten varios.
Al ser la ganadería una actividad tan importante en las islas, se encuentran varios perros pastores.
Muestra una gran fidelidad hacia su amo y en general a todos los miembros de la familia.
Requiere cepillados regulares, más abundantes en los cambios estacionales, especialmente al llegar el otoño y la primavera, donde muda su pelo.
El proyecto de patrón racial propuesto para su catalogación oficial[3] en 2013, apunta a estas características: