El peridomicilio o área peridomiciliaria se define como el espacio geográfico que rodea a una vivienda humana, ya sea de forma individual o colectiva.
Por lo general incluye un patio, construcciones anexas no contiguas al hogar y otro tipo de refugios (tablas, árboles, etc) situados dentro del área de actividad humana.
[3] El peridomicilio tiene importancia para la epidemiología y la salud pública, ya que los elementos que allí se encuentran pueden actuar como refugio para animales vectores de enfermedades tanto para el hombre como para sus mascotas, como ratones, ratas, vinchucas, mosquitos, etc, que promueven la circulación de patógenos zoonóticos endémicos, emergentes y reemergentes.
Las vallas o cercas que delimitan el peridomicilio, cuando presentes, también puede ser considerado como un tipo de anexo.
[4] Entre las enfermedades asociadas al peridomicilio se encuentran: la enfermedad de Chagas, la leishmaniasis, las rickettsiosis, erliquiosis, anaplasmosis, borreliosis (enfermedad de Lyme), leptospirosis, diversas arbovirosis, la toxoplasmosis y las parasitosis gastrointestinales.