Perfusión

La perfusión o perfusión tisular es el paso de un fluido, a través del sistema circulatorio o el sistema linfático, a un órgano o un tejido, normalmente refiriéndose al traspaso capilar de sangre a los tejidos.[1]​ Es la acción y efecto de perfundir (del latín perfundĕre 'difundir', que significa «Introducir lenta y continuamente un líquido, como la sangre o una sustancia medicamentosa, por vía intravenosa o en el interior de órganos, cavidades o conductos»[2]​).Todos los tejidos animales requieren un suministro adecuado de sangre para mantenerse vivos y saludables.Una perfusión pobre puede causar isquemia que, si no es revertida a tiempo, puede derivar en muerte celular o el cese de las funciones vitales.Es habitual que, en estos casos, se cuente con la asistencia de un perfusionista profesional para que se ocupe del control hemodinámico.
Bomba de perfusión ( c. 1935), dispositivo temprano para simular la perfusión natural