Peróxido orgánico

Esto hace que los peróxidos orgánicos sean muy útiles como iniciadores para algunos tipos de polimerización, tales como las resinas epoxi usadas en plástico reforzado con vidrio.

Sin embargo, la misma propiedad significa también que los peróxidos orgánicos pueden, tanto intencional o inintencionalmente, iniciar la polimerización explosiva en materiales con enlaces químicos insaturados, y este proceso ha sido utilizado en explosivos.

Muchos peróxidos orgánicos son altamente inflamables, materiales explosivos, frecuentemente potentes y volátiles.

Los iniciadores de polimerización son suministrados, generalmente, como soluciones diluidas, pero incluso los productos comerciales, especialmente los más concentrados, pueden formar cristales alrededor del sello cuando envejecen, haciéndolos sensibles a los golpes.

Debe tenerse cuidado con mezclar materiales que forman peróxidos y agentes oxidantes.

Los contenedores de vidrio, acero inoxidable, polietileno o teflón son sugeridos para su manipulación y almacenamiento; no deberían usarse acero, aleaciones de cobre, caucho, plomo, etc.

Los peróxidos orgánicos no deben ser mezclados directamente con materiales que contienen iones de metales pesados, como hierro, cobalto o manganeso, puesto que estos promueven la descomposición de los peróxidos.

Los peróxidos orgánicos son sensibles a la luz, y tienen que ser almacenados en oscuridad.

El peróxido debe ser vertido lentamente en la solución, con agitación constante para evitar sobrecalentamiento localizado.

La reacción es lenta, y requiere agitar por 12 a 24 horas; el peróxido puede entonces ser considerado como descompuesto.

Estructura general de un peróxido orgánico.
Estructura general de un hidroperóxido orgánico.
Estructura general de un peréster.