Peperomia rotundifolia

[1]​ Es una planta rastrera (aunque también se comporta como epífita), habita en las selvas del sur de México, Centroamérica y norte de Sudamérica.

Se encuentra entre las ramas de los árboles, arrastrándose en grietas de las rocas, troncos podridos y el suelo del bosque, prefiriendo la humedad y las condiciones de sombra o semisombra, con temperaturas entre 17 y 25 °C.

Sus hojas son pequeñas, gruesas y suculentas, con forma de botón, los tallos son blandos y pueden alcanzar los 30cm de largo.

[2]​ Se puede cultivar en macetas colgantes o a nivel del suelo, donde crece tupida como una alfombra.

Prefiere un suelo ligero y poroso que no retenga mucha agua, y un ambiente húmedo sobre todo si hace calor, aunque es sensible al exceso de riego que puede marchitar tallos o causar podredumbre de raíces, si el aire está muy seco, se puede pulverizar para mantener la humedad.

Inflorescencias.