El pendón de San Isidoro o pendón de Baeza es un emblema vexilológico del tercer cuarto del siglo XIV que muestra a Isidoro de Sevilla como caballero guerrero, reflejando una leyenda consolidada a finales del siglo XIII sobre la toma de Baeza en una batalla que habría ayudado a ganar el santo letrado en 1147.Actualmente el pendón es considerado reliquia nacional,[cita requerida] habiéndosele concedido honores de capitán general y alférez perpetuo en la persona del jefe del Estado español, Felipe VI.Los elementos figurados en el pendón, originalmente dispuestos en una bandera farpada, se reestructuraron en 1900 disponiéndose en un paño de tafetán carmesí adamascado: Las fuentes históricas primarias fiables confirman, contrariamente a lo que sostiene la leyenda, que Baeza no fue conquistada en 1147, sino que se rindió por capitulación.Por otro lado, la datación a partir de la versión legendaria devenida en tradicional que fechaba el pendón en tiempos de Alfonso VII es incorrecta, ya que los elemendos heráldicos alusivos al Reino de León y Castilla son posteriores a 1231, y constituían un anacronismo soslayado mediante el recurso a explicar su presencia como producto de una interpolación posterior que, sin embargo, nunca fue demostrada.Así pues, el pendón fue probablemente elaborado, en su configuración primitiva, con posterioridad a la leyenda hagiográfica del siglo XIII que consolidó, a finales de dicho siglo, los elementos que en la segunda mitad del siglo XIV (probablemente entre 1350 y 1375) quedarían reflejados en la elaboración del pendón isidoriano, la cual tuvo lugar con motivo de la refundación de una cofradía que, inicialmente, solo fue de ayuda y sufragio a los difuntos de esta sociedad y que no tenía ningún cometido militar.