Los colores son más vivos e intensos en las hembras, las cuales suelen tener una mancha ventral de un color púrpura o rosa intenso que se torna oscuro en momentos de excitación.
De todos modos hay variación entre el carácter de cada ejemplar y depende del tiempo que lleve formada la pareja (Las parejas que han criado juntas antes se vuelven más tolerantes entre sí en sucesivas crías).
No se moverán hasta que uno de los padres vuelva a llevárselos con el color normal.
Los machos empiezan a mostrar una banda azul brillante en la aleta dorsal y un mayor tamaño.
En ese momento los padres irán perdiendo interés en ellas gradualmente y si el acuario es pequeño es mejor separarlos.