Un caballo tiene capa castaña o mulata cuando está compuesta principalmente por pelos de color marrón y rojizo,[1] aunque sus crines y cola son siempre negras,[1][2] y se denomina capa zaina si no tiene manchas ni pelos blancos.
[2] Está presente en todas las razas equinas.
[2] El color castaño rojizo no pertenece a esta capa sino que es propio de la capa alazana.
Las diversas tonalidades y distribución del castaño se producen genéticamente por múltiples factores,[2] pero el color básico de la capa se produce por la acción de dos alelos,[2] el del color rojizo, que es un alelo recesivo, «e», y el dominante «E» para el color negro; la presencia de ambos proporciona el color pardo al pelo.
[2] Estos son los dos alelos de color más frecuentes en los caballos, y todos los demás colores y tonalidades se producen por la acción de genes y alelos adicionales que actúan sobre la producción de los dos colores básicos.