Cayó en una profunda depresión que casi lo lleva al suidicio, pero su espíritu fue más fuerte.
Hoy, estas colecciones están disponibles para ser apreciadas en la que era su casa en el Fundo Hualpén, una casa patronal de la segunda mitad del siglo XIX, construida en el año 1870.
Aún en vida, Don Pedro "vendió" unos terrenos a una cooperativa de obreros y trabajadores, en lo que actualmente se conoce como Población Pedro del Río Zañartu.
Una vez fallecida su familia y con Chile en plena Guerra del Pacífico, quiso aportar de alguna forma, y realizó una donación de mil pesos al Regimiento de Concepción, indicando el motivo y para qué debían usarse esos fondos.
Don Pedro fue un filántropo, viajero, industrial, agricultor, ganadero, empresario y por sobre todo un hombre de bien.