Pedro tomó el poder en una situación difícil que fue aún más obstaculizada por su ambición y arrogancia.
Tuvo problemas casi inmediatamente con Jaime Fadrique.
Sus siguientes acciones provocaron la ira de los catalanes y condujeron a una rebelión, encabezada por Roger de Lauria.
En 1362, fue asesinado en Tebas junto con sus seguidores.
Como resultado de la revuelta Jaime Fadrique volvió a ser nombrado vicario general del Ducado de Atenas.