Su paso como jugador abarcó casi una década en el fútbol de su país, en Chile y en Ecuador.
[3] Comenzó su dilatada trayectoria en la conducción técnica en el club de su ciudad natal, Los Andes, en el año 1983.
Se armó un equipo con base en los juveniles del club, sumando algunos refuerzos pedidos por el entrenador.
Central consiguió realizar una gran campaña, obteniendo el título y el ascenso directo a Primera División.
Con la Academia cordobesa dirige nuevamente en Primera, logrando mantener la categoría en un dramático desempate ante Unión de Santa Fe, triunfando en penales 5-4 luego de haber igualado en un gol, partido que se disputó en La Bombonera.
Ese mismo año llega a Racing de Avellaneda, club que lo había formado como futbolista.
Acompañaba una efectiva delantera compuesta por Marcelo Delgado y Darío Scotto, a quien conocía de Platense.
En 1999 toma nuevamente el cargo en Platense,[8] aunque este ciclo es reducido, no pudiendo sacar al Calamar de la espiral que lo llevó a perder la categoría.
[10] Entre 2002 y 2003 entrena a Deportivo Quito, club del que había sido futbolista.