[1] Algún tiempo después, la recién fundada Carora se tambalea por la improvisación fundadora y casi se despuebla por lo inaceptado del lugar donde había sido ubicada, pero Pedro Gordón resiste los avatares que se le presentan y valiente u ostindamente se queda para defender la ciudad que había contribuido a crear.
Pero la burocracia gubernativa, a pesar de no existir irregularidades achacables a Gordón, no perdona a los funcionarios que equivocadamente hayan escogido el sitio del poblamiento y Pedro Gordón es enjuiciado por el nuevo gobernador Diego de Mazariegos, que no encontrando ninguna anormalidad ni motivos en el desempeño edilicio de Gordón, le exonerará de toda culpa y le felicitará por su empeño de mantener la ciudad.
A pesar de las numerosas adversidades, no ha decaído el espíritu cristiano y el respeto por las instituciones religiosas que ha mantenido en su tierra extremeña desde tiempos inmemoriales.
Los tres varones que nacieron en Usagre (Alonso nacido en 1556, Diego en 1564, y Pedro en 1569) con el tiempo se hicieron hombres y ocuparán importantes cargos en las instituciones.
Sobre todo Pedro Gordón de Almazán que abrazará el sacerdocio y ocupará relevantes cargos en las instituciones de la Iglesia venezolana.