Pedro González Manso
[1][2][3] Monje benedictino, fue formado en el Convento del Salvador de Oña junto a su tío, fray Juan Manso.Por mediación del cardenal Pedro González de Mendoza accedió a una beca en el Colegio de Santa Cruz de Valladolid, donde pareció destacar por sus cualidades académicas, contando con el soporte del Gran Cardenal e impulsando su trayectoria profesional.En 1500 el rey Fernando el Católico lo propone como miembro del Consejo de la Inquisición, del que pasa a formar parte como doctor y más tarde como presidente.En 1534, consigue de manos del emperador el nombramiento como presidente de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid, cargo que ostentó hasta su renuncia en 1538; momento en el cual decidió retirarse de la vida pública, pues moriría tan sólo un año más tarde.Tras ser enterrado en la Catedral de Osma, sus restos fueron trasladados al convento del Salvador de Oña, donde fue enterrado en el Claustro de Caballeros, en un panteón que él mismo costeó y que encargó, en 1534, al escultor Felipe Bigarny.