Fue educado por el sacerdote Pierre Veillard en La Roche.
Creía preferible dejar de lado las discusiones estériles con los protestantes alemanes y ganar adeptos por la vida ejemplar católica llevada.
San Francisco de Sales siempre se refirió a él como un santo.
Se le recuerda por sus viajes por Europa promoviendo la renovación católica y su gran habilidad para dirigir los Ejercicios Espirituales.
El Papa Francisco decidió extender su culto a toda la Iglesia el 17 de diciembre de 2013 (canonización equivalente).