El 23 de mayo fue beatificado por Juan Pablo II, debido a su trabajo altruista como misionero.
[1] Pedro Donders nació en Tilburgo, Países Bajos, en una modesta familia de tejedores.
Desde su niñez manifestó el deseo de ser sacerdote; sin embargo, su meta tuvo que postergarse desde temprana edad al verse obligado a trabajar en una fábrica.
Posteriormente comenzó a trabajar como sirviente en un instituto donde tuvo la oportunidad de ampliar sus conocimientos y virtudes.
Es así que en 1839 fue admitido como misionero en la colonia de Guyana Holandesa (Ahora conocida como Surinam).