Pedro Calungsod

La campaña católica de San Vitores hizo que muchos nativos recibieran el bautismo en las Islas Marianas.

Su padre, un tal Mata'pang, se negó furiosamente a que fuera bautizada.

Este Mata'pang era originalmente católico y amigo de los misioneros, pero había apostatado.

También dicen los testigos que si Pedro hubiese tenido un arma de la época consigo, hubiese podido derrotar fácilmente a los agresores, porque era un muchacho fuerte y valiente, pero el padre Diego nunca permitió que sus compañeros llevasen armas.

El sacerdote Diego le dio inmediatamente la absolución y también fue asesinado por los agresores.

Mat'apang tomó el crucifijo del padre Diego y lo golpeó con una piedra.

Los dos asesinos desnudaron a sus víctimas y los arrastraron hasta la playa, les ataron piedras grandes a sus pies, los pusieron en una barca y después los arrojaron al mar.

Cuando los otros misioneros se enteraron de su muerte, exclamaron: ¡Un muchacho afortunado!

Los misioneros recordaban a Pedro como un muchacho de buena disposición, catequista virtuoso, buen creyente y perseverante hasta el punto de dar su vida.