La palabra pedicura viene del latín pedis, que significa "tobillo", y de cura, que significa "atención".
Un pedicura puede ayudar a prevenir las dolencias y alteraciones de las uñas.
Como todo tratamiento, con la pedicura se debe tener cuidado y precaución al realzarla.
Tampoco se debe retirar o retraer totalmente la cutícula pues esta es la barrera que impide la entrada de bacterias y hongos que producen por ejemplo, infecciones (a veces difíciles de tratar) como la paroniquia.
También las uñas de los pies se deben cortar rectas, pues si se hace de forma muy ovalada, puede producir uñas encarnadas.