Antiguamente, los pedales estaban fabricados en madera y hierro, pero poco a poco han ido evolucionando hasta llegar a ser de plástico, hierro, aluminio y fibra de carbono.
Los pedales más básicos son una plataforma de plástico o metal y pueden rotar para adaptarse a la posición del pie.
Actualmente, suelen ser relegados en favor de los pedales automáticos, que se enganchan a zapatillas especiales para ciclismo.
Este enganche no se suelta al levantar el pie y está diseñado para soltarse con un movimiento lateral.
A más rigidez, mayor eficiencia de pedaleo pero menor comodidad.