Fue un afamado retratista, aunque cultivó otros muchos temas en pintura, manteniéndose siempre fiel al academicismo romántico.
Los padres de Paul se trasladaron a Santander hacia 1842, cuando era un niño, dando sus primeros pasos en el dibujo y en la pintura con los maestros de esa ciudad (Luis Brochetón).
[1] Desde bien joven era conocido por sus habilidades como dibujante, realizando cotizadas reproducciones de grabados.
Vuelto a Santander tras su formación académica, cultivó el retrato, así como el bodegón, paisaje, tema animal, escena religiosa y de género.
Los siguientes pintores que realizaron reproducciones siguieron su modelo.