Su debut tuvo lugar en 1906 en Hanau interpretando al Príncipe Karl-Heinz en la opereta Alt-Heidelberg.
En 1909 trabajó en el teatro en Breslavia, cantando en la opereta de Bruno Granichstaedten Bub oder Mädel.
Heidemann se ganó una reputación como comediante de talento, y por recomendación del compositor Jean Gilbert en 1911 fue a Berlín.
Franz Porten lo descubrió para el cine, y en 1912 hizo en Das Brandmal ihrer Vergangenheit su primer papel protagonista.
Finalmente, en los años 1950 volvió a su faceta interpretativa, haciendo diversos papeles en cintas realizadas en Alemania Occidental así como en la República Democrática Alemana, con producción de la DEFA.