Patriarcado latino de Etiopía

Los portugueses estaban interesados en mantener el control de las costas africanas, que habían explorado recientemente, donde habían construido bases navales para favorecer el comercio con Extremo Oriente, superando así el obstáculo que suponía la mediación de los comerciantes musulmanes en las rutas mediterráneas.Respondiendo a esta petición, en 1520 una flota portuguesa se adentró en el mar Rojo y llevó una embajada ante el negus Lebna Dengel, que permaneció en el país durante seis años.Entre 1528 y 1540 Etiopía fue invadida por un ejército musulmán del Sultanato de Adel apoyado por fuerzas turcas.El negus Lebna Dengel fue derrotado y se convirtió en un fugitivo, vagando de una ciudad a otra.Bermudes regresó a Etiopía en 1539 afirmando haber sido investido por el papa como patriarca de Alejandría.Su coadjutor, Melchor Carneiro, recibió automáticamente el título de patriarca, pero no viajó a Etiopía y renunció en 1581.La misión católica siguió establecida en Fremona, a dónde llegó el jesuita español Pedro Páez en 1603.En 1607 asumió como emperador Susenyos I, quien fue convertido por Pedro Páez ante quien hizo una profesión de fe católica en 1621.[3]​ La catedral católica junto al palacio imperial en Danqaz fue probablemente construida en 1625 por el sacerdote y arquitecto jesuita João Martins, celebrándose la primera misa en 1628.[4]​ Con la ayuda de Susenyos, Mendes intentó latinizar la Iglesia etíope, condenó las prácticas locales, incluyendo el Sabbath y los ayunos frecuentes generando malestar en parte la población.