Tienen características inflamatorias que comprometen simultáneamente la pulpa y las estructuras periodontales de inserción.La necrosis pulpar sí que se asocia frecuentemente con inflamación del tejido periodontal, compartiendo mecanismos microbiológicos y etiológicos similares.Según la microflora y la capacidad del huésped para resistir la infección, pueden generarse formas agudas o crónicas en cualquier sitio donde existe comunicación directa con la cámara pulpar.[5] La Asociación Americana de Endodoncia publicó en 2009 un consenso sobre la terminología a utilizar para el diagnóstico clínico de la patología pulpar y periapical, dado que tradicionalmente se han utilizado términos basados en hallazgos histopatológicos y variados para denominar al mismo cuadro clínico.El tratamiento de la osteomielitis debe ser intenso, inmediato, urgente, y lo suficiententemente potente para controlar la situación del paciente.En las lesiones crónicas no siempre está presente, se considera la teoría de la cual pudo haber sido destruido anteriormente.Los patólogos orales han demostrado que radiográficamente es casi imposible determinar la diferencia entre quiste y granuloma periapical.