Se sitúa junto a la margen derecha del Ebro, entre el puente Manuel Giménez Abad y el puente de la Almozara.
Es punto clave para acceder al Palacio de la Aljafería.
Fue construido, como la calle Alfonso I, en 1865 y 1868, siendo su inauguración uno de los últimos actos públicos presididos por la reina Isabel II.
Se mantuvo intacto durante la Guerra Civil, a diferencia de otros edificios como la plaza del Pilar.
Al convertirse Zaragoza en sede de la Exposición Internacional 2008, al paseo se le realizaron sucesivas mejoras para hacerlo más atractivo.