Pasarilla del Rebollar

Pasarilla del Rebollar es una localidad en la provincia de Ávila, España.

Antiguamente fue conocida como Pasarilla del Revollar, pero cambió su nombre al actual en el censo de 1857,[3]​ año en que la localidad se incorporó al municipio de Valdecasa.

Parece que la mayoría de estos repobladores tenían su origen en zonas montañosas, con suelos poco aptos para el cultivo; esta circunstancia, por lo que se refiere al territorio de Pasarilla, explica tanto el asentamiento, como la explotación agrícola ganadera que perduró hasta épocas tan cercanas como la década de 1960, en que la imposibilidad de sustituir las yuntas de vacas y el arado romano por los tractores provocó un cambio radical en el paisaje agrícola.

Un paisaje que venía definido por el pueblo, las tierras cultivadas, algunos huertos para cultivar hortalizas, prados hondos y húmedos, susceptibles de ser segados con guadaña, y  los pastizales, terrenos susceptibles solamente de ser aprovechados a diente por el ganado.

En Pasarilla hoy persiste el nombre de Los Linares, así como la infraestructura para regarlos, esto es, la regadera, que tomaba el agua en Las Chorreras, y que después de haber desaparecido el cultivo del lino, se utilizaba en primavera para regar los prados que habían sustituido a aquel cultivo.

Desde 1749 se realizó en los 15000 lugares con que contaba la Corona de Castilla.

El Catastro supuso una minuciosa averiguación a gran escala de sus habitantes, propiedades territoriales, edificios, ganados, oficios, rentas, incluidos los censos.

Tal vez el que el censo pertenezca a la época preestadistica la información que trasmite es imprecisa y a veces no completamente fiable.

No coinciden, a veces, los apellidos e incluso nombres en los diferentes listados.

Aparece igualmente reseñado, en las parcelas de regadío cercanas al núcleo  urbano – los linares, la fuente y el reguejal- el cultivo de lino.

Entre 1845 y 1850 se publica el Diccionario Geográfico- Estadístico- Histórico de Pascual Madoz, editado en Madrid.

En el volumen correspondiente a Ávila figura:Pasarilla del Rebollar: lugar con ayuntamiento de la provincia y diócesis de Ávila a cuatro leguas y media.

Comprende varios huertos, bastantes canteras de piedra berroqueña, 3 dehesas en las que se halla tierra labrantía, buenos pastos y abundancia de roble y encina; varios prados con bastante yerba, que proporciona regular pasto para los ganados; y de las muchas fuentes que brotan en él se forman diferentes arroyuelos, cuyas aguas se utilizan para el riego de los huertos.

El barbecho consistía en preparar la tierra a lo largo del año para la siembra del año siguiente; se araba la tierra con arado romano, tirado por yunta de vacas, generalmente tres veces; como hemos visto más arriba, la primera vez se llamaba alzar, la segunda binar y la tercera, cuando tenía lugar, se llamaba terciar.

En la hoja de tornasiembra prácticamente todas las tierras se sembraban de algarrobas, una leguminosa que se utilizaba como pienso, molida y mezclada con paja de trigo para las vacas, y entera mezclada con su misma paja para las ovejas; raras veces en las tierras más fértiles se repetía el cereal, generalmente centeno.

Pasarilla posiblemente no tenga ningún parecido con Comala, el lugar donde vivía Pedro Paramo, el señor que da nombre a la novela de Juan Rulfo, una novela que cuando García Márquez “se sumergió en ella no pegó ojo hasta agotar su segunda lectura”.

En Pasarilla nunca hace calor, y Comala “está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno”.

Pero  “el pueblo, que se ve tan solo, como si estuviera abandonado,… las casas vacías; las puertas desportilladas, invadidas de yerba,… una plaga que nomás espera que se vaya la gente para invadir las casas…”, recordaban la hierba por las calles, las casas abandonadas y los tejados hundidos de Pasarilla.

Pasarilla durante mucho tiempo fue una pequeña comunidad autárquica, en que cada familia producía  lo que necesitaba para vivir; para las pequeñas compras apenas se utilizaba dinero ya que se pagaban con huevos de gallina, una especie de bien de lujo, reflejado en aquel “cuando seas padre comerás huevos…”.

La historia de Quilino, su mujer Emilia y sus hijos es demasiado trágica como para traerla aquí.

Pasarilla lleva agonizando demasiado tiempo, mientras que en la mayoría de los pueblos los que se fueron en busca de mejores niveles de vida volvieron a pasar las vacaciones y se construyeron casas nuevas, por razones que no vienen a cuento esto no ocurrió en Pasarilla, apenas queda gente y las ruinas se van extendiendo como una mancha de aceite.