Partícula ultrafina

Las PUF pueden ser de carbono o metálicos, y pueden subdividirse por sus propiedades magnéticas.

Debido a su gran cantidad y a su capacidad de penetrar profundamente en el pulmón, las PUF son un importante motivo de preocupación para la salud y la exposición respiratoria.

La lava volcánica caliente, las salpicaduras oceánicas y el humo son fuentes naturales habituales de PUF.

Las PUF pueden fabricarse intencionadamente como partículas finas para una amplia gama de aplicaciones en medicina y tecnología.

A diferencia del comportamiento de las PM10 y PM2,5 inhaladas, las partículas ultrafinas se depositan en los pulmones,[12]​ donde tienen la capacidad de penetrar en los tejidos y sufrir intersticialización, o de ser absorbidas directamente por el torrente sanguíneo, por lo que no se eliminan fácilmente del organismo y pueden tener un efecto inmediato.

[2]​ La exposición a las PUF, aunque sus componentes no sean muy tóxicos, puede provocar estrés oxidativo,[13]​ liberación de mediadores inflamatorios y podría inducir cardiopatías, enfermedades pulmonares y otros efectos sistémicos.

A medida que la industria de la nanotecnología ha ido creciendo, las nanopartículas han atraído más atención pública y normativa sobre los PUF.

[34]​ También se debate cómo debe regular las PUF la Unión Europea (UE).

[35]​ Existe una disputa política entre China y Corea del Sur sobre el polvo ultrafino.

Por lo tanto, la disputa entre China y Corea del Sur se ha vuelto política.