Peñasco (anatomía)

El peñasco es susceptible de sufrir fracturas óseas que pueden estar provocadas por un mecanismo directo o indirecto; estas últimas son las más frecuentes.

Las fracturas del peñasco pueden dejar secuelas importantes, entre ellas parálisis facial y pérdida de audición.

[2]​[3]​ La base se fusiona con las superficies internas de las porciones escamosa y mastoidea del hueso temporal.

Cerca del centro hay un gran orificio, la apertura acústica interna, cuyo tamaño varía considerablemente; sus márgenes son lisos y redondeados, y conduce al meato auditivo interno a un canal corto, aproximadamente 1 cm de longitud, que corre lateralmente.

Detrás del meato acústico interno hay una pequeña rendija casi oculta por una delgada placa de hueso, que conduce a un canal, el aquæductus vestibuli, que transmite el ductus endolinfático junto con una pequeña arteria y vena.

Por encima y entre estas dos aberturas hay una depresión irregular que aloja un proceso de la duramadre y transmite una vena pequeña; En el lactante, esta depresión está representada por una fosa grande, la fosa subarcuada, que se extiende hacia atrás como un túnel ciego debajo del canal semicircular superior.

Base del cráneo. Puede observarse el peñasco etiquetado como Petrous Portion of Temporal