Áreas silvestres protegidas de Chile
En el año 1966 se crearon otros cinco Parques nacionales con una superficie total de 111 mil hectáreas: Laguna de los Cisnes, Los Pingüinos y Monte Balmaceda en Magallanes; Punta del Viento en Coquimbo y Lautaro en Cautín.Además se formaron ese año cinco nuevas reservas forestales con una superficie total de 487 mil hectáreas.Esto elevó a 2,2 millones de hectáreas la superficie afecta al régimen de conservación del Estado y significó un aumento del 28 por ciento sobre el total anterior a 1965.[2] Por otra parte, el Ministerio del Medio Ambiente (MMA) mantiene un Registro Nacional de Áreas protegidas que distingue las siguientes tipos: parque nacional, reserva nacional, reserva forestal, monumento natural, reserva región virgen, área marina costera protegida, parque marino, reserva marina, santuario de la naturaleza, área protegida privada.Las Reservas Nacionales son áreas de menor extensión que el parque nacional, en el que es necesaria su conservación y cuidado debido al peligro de que este ambiente único pueda sufrir cambios irreparables y dañar el medio ambiente y el bienestar de la comunidad.Los Monumentos Naturales son áreas de superficie reducida y específica en torno a un lugar geográfico de gran importancia arqueológica, cultural o natural.Definición y objetivos del espacio señalado:[5] Sin embargo, en el ministerio no tiene aún zonas registradas bajo ese tipo de protección.[11] Entes privados también cumplen un papel en la protección de la naturaleza en Chile.Son 308 zonas que representan el 10% de las áreas protegidas en el país.[12] Esta iniciativa privada toma diferentes formas: comunitarias (indígenas, no indígenas), familiares (pequeños, medianos y grandes propietarios), corporativas (universidades, sin fines de lucro, empresas)[13] A pesar de la actividad privada, el ministerio del Medio Ambiente reconoce que hasta la fecha el país carece de definiciones operativas básicas, estándares y procedimientos administrativos que establezcan qué criterios y condiciones deben cumplir estas iniciativas para ser reconocidas oficialmente por el Estado de Chile.Funcionan como un modelo que indica la forma en cómo el ser humano debe convivir con la naturaleza, y la mayor parte de su territorio puede estar habitada por seres humanos y en tal territorio se pueden realizar actividades que se consideran no afectan negativamente al medioambiente, por ejemplo ganadería extensiva y racional o actividades de explotación forestal sustentable.