Según las investigaciones arqueológicas, tienen por lo menos 2200 años de antigüedad.[1] Las columnas de piedra, dispuestas en sucesión regular y con espacios simétrico entre sí, dan paso a la luz y permiten la formación y movimiento de sombras, según la dirección temporal del sol.La sombra más corta corresponde al mediodía del primer día de verano y la más larga al mediodía del primer día de invierno.Alrededor de la tumba se encontraron numerosos restos óseos, lo que hace pensar que se trataba de una tumba colectiva, destinada para personajes de alto rango a nivel espiritual.Previamente desde la década de los 80s se habían encontrado 8 columnas caídas, al lado de lo que después resultó ser la entrada, las cuales se ubicaron en su posible ubicación original, apuntando hacia el norte.