Las gradas del parque estaban separadas en dos secciones, al frente, separados por una barda, unos asientos de hierro colado fijados al piso, que era el área preferente; y los en la parte posterior a preferente, separados por un pasillo, los de entrada general, en los que el público se sentaba en directamente en el piso de las gradas de madera.
Esto fue difundido internacionalmente en Aunque Usted No lo Crea (Believe it or not) de Ripley como el único parque de baseball en el mundo donde se jugaba baseball profesional que interrumpía sus juegos mientras pasaba la máquina arrastrando carros de ferrocarril.
En 1955 el estadio fue destruido por el paso de los efectos acumulados de tres huracanes, Gladys, Hilda y Janet , que inundaron la zona de la isleta Pérez, donde confluían el Río Panuco, el Canal de la Cortadura, y el antiguo lecho del Río Tamesí.
Durante esta segunda etapa, a partir de 1971, existían dos vendedores famosos, el más famoso era Porfirio, que ofrecía cacahuates fritos en bolsita de papel encerado, y los ofrecía a tres por el peso, es decir a tres bolsitas por un peso, o si comprabas una sola te costaba cincuenta centavos; pero no solo era un gran vendedor, sino quizá el mayor animador del equipo; organizaba porras a los Alijadores, y si la porra era biena, aventaba paquetitos gratis de cacahuates al público de la zona en donde había organizado la porra.
El otro vendedor era la Gallina o Gallinita, que vendía periódicos y las revistas Hit y Super hit, y tenía su puesto durante el día un lado de la tienda de deportes la Sonora; sin embargo la publicación con que se le asociaba era un diario deportivo de la Capital, y recorría las tribunas gritando ovaciones, ovacioneeeeeeeeeees, masticando chicle con la boca abierta, y haciendo un tronido característico, mientras el público a su alrededor le chiflaba porque estorbaba la visión del juego.