Se le considera el manuscrito más antiguo de Europa.
Los restos han sido restaurados y se exponen en el Museo Arqueológico de Tesalónica.
La interpretación del comentarista es totalmente física, muy influida por los filósofos presocráticos como Anaxágoras, Heráclito, Leucipo y Diógenes de Apolonia.
Sin embargo, parece ignorar completamente a Platón, lo que ha llevado a datar su texto hacia el 400 a. C. En cuanto a la identidad del autor del comentario, se ha pensado en Eutifrón, personaje de los diálogos platónicos, el sofista Pródico de Ceos o incluso autores menos conocidos como Epígenes, Metrodoro o Diágoras.
Por ejemplo, el verso introductorio, que hace las veces de proemio, al igual que en otros poemas órficos, es: «Hablaré a quienes es lícito; cerrad las puertas, profanos».