Maestro de gramática en Pistoia, se ofreció voluntario en las misiones pero permaneció en Italia, predicando primero en las grandes catedrales y después, de 1665 a 1692, también en las simples parroquias.
Su Quaresimale fue apreciado por el cardenal Antonio Pignatelli que, posteriormente fue el papa Inocencio XII, lo llamó a predicar en frente de sí y lo hizo teólogo de la Penitenciaria.
Su biógrafo Massei afirma que sus Sermones dichos en el Palacio Apostólico tuvieron la admiración del papa y de toda la corte.
Su libro La concordia entre la fatiga y la quietud es considerado uno de los mejores sobre la meditación.
La obra completa fue publicada en Parma en 1701, en Venecia en 1712 - 1758 y en Turín en 1855.