Comenzó su carrera cinematográfica a los 18 años, cuando interpretó el personaje de Pino en la película Addio giovinezza!
A esta siguieron numerosas películas en las que Carlini participó, siempre como personaje secundario.
En los años 1950 se dedicó especialmente al teatro, donde tuvo buenas críticas, aunque la popularidad no le llegó hasta 1957, cuando interpretó para la televisión una adaptación de la novela de Octave Feuillet Le roman d'un jeune homme pauvre (en italiano se tituló Il romanzo di un giovane povero), dirigida por Silverio Blasi.
A partir de entonces, intervino en numerosas teleseries, no siempre en papeles protagonistas.
Los rumores y el escándalo fueron tan grandes que el propio pontífice los negó públicamente durante la Cuaresma de ese año.