Quedan menos de 150 000 individuos adultos en la naturaleza, pero actualmente se cree que la población está aumentando.[3] En las décadas de 1980 y 1990, se pusieron en peligro debido a la caza furtiva ilegal masiva.Son cazados por su pelaje interior extremadamente suave, ligero y cálido que generalmente se obtiene después de la muerte.Los chales shahtoosh se entregaban tradicionalmente como regalos de boda en la India y se necesita la piel interior de entre tres y cinco antílopes adultos para hacer un chal.[4] En 1997, el gobierno chino estableció la Reserva Natural Nacional Hoh Xil (también conocida como Kekexili) únicamente para proteger a la población de antílopes tibetanos.A diferencia de los caprinos, los cuernos no crecen durante toda la vida.El lago Zhuonai (卓乃湖) en Hoh Xil es conocido como un lugar de parto para el antílope tibetano.El antílope tibetano es la única especie de mamífero donde se ha documentado esta adaptación.[13] El antílope tibetano se alimenta de hierbas, pastos y juncos, a menudo excavando en la nieve para obtener comida en invierno.Crecen por completo en 15 meses y alcanzan la madurez sexual durante su segundo o tercer año.Desde 1979, el antílope tibetano ha tenido protección legal bajo la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES).Tales demandas resultaron en la caza furtiva ilegal masiva en la segunda mitad del siglo XX.
Rebaño de hembras de antílope tibetano.
Los antílopes son asesinados por su lana, que se teje en el lujoso tejido shahtoosh, lo que amenaza la supervivencia de la especie.