Basando su estudio en un método propuesto por Louis Ducos du Hauron en Les Couleurs en Photographie – Solution du Probleme del año 1869, en 1894, el profesor John Joly, de Dublín, patentó un procedimiento para producir una pantalla de líneas rojas, verdes y azul-violeta, trazándolas sobre una placa de vidrio recubierta de gelatina.
Después, las planchas rayadas se barnizaban una vez secas.
Para hacer una fotografía, la plancha de trama se colocaba frente a frente con una placa fotográfica ortocromática en un soporte, con la pantalla hacia el objetivo.
A continuación, se hacía una transparencia en blanco y negro sobre una placa adecuada, y este positivo se encuadernaba con otra pantalla de líneas, registrándose ambas muy cuidadosamente para que el elemento de color correcto estuviera detrás de cada línea de la imagen.
El proceso Joly se introdujo comercialmente en 1895, y fue el primer proceso aditivo de serigrafía que apareció en el mercado.